El Mensaje del Santo Padre a los jóvenes para la XXXV Jornada Mundial diocesana de la Juventud 2020, que se celebrará a nivel diocesano en todo el mundo, se centra en el tema: «Joven, te digo, levántate». (cf. Lc 7:14). El texto, firmado por el Santo Padre en el día de la memoria de la Santísima Virgen María de Lourdes, abre un ciclo de tres mensajes dedicados a los jóvenes en su camino entre la JMJ de Panamá 2019 y la JMJ de Lisboa 2022.
«Joven, te digo, levántate»
En el mensaje, Francisco llama la atención del lector afirmando: “Como pueden comprobar, el verbo común en los tres temas es levantarse. Esta expresión asume también el significado de resurgir, despertarse a la vida. Es un verbo recurrente en la Exhortación Christus vivit” y en el Documento final. El Obispo de Roma expresa su deseo de que, en las iglesias locales, los animadores de pastoral juvenil apliquen lo propuesto en los dos documentos.
A continuación, el Papa profundiza sobre el tema escogido para este año: ¡Joven, a ti te digo, levántate! (cf. Lc 7,14). El contexto del relato bíblico escogido es la ciudad de Naín, en Galilea, donde Jesús se encuentra con un cortejo fúnebre. Los protagonistas: un joven, muerto, hijo único, acompañado por su madre y los amigos. Francisco subraya: “Jesús puso su mirada atenta, no distraída, en ese cortejo fúnebre. En medio de la multitud percibió el rostro de una mujer con un sufrimiento extremo. Su mirada provocó el encuentro, fuente de vida nueva. No hubo necesidad de muchas palabras”.
Seguidamente, el Papa nos invita a reflexionar a partir del texto del evangelista Lucas: “A nuestro alrededor, pero a veces también en nuestro interior, encontramos realidades de muerte: física, espiritual, emotiva, social. ¿Nos damos cuenta o simplemente sufrimos las consecuencias de ello? ¿Hay algo que podamos hacer para volver a dar vida?”
Actuar como Jesús
Para el Papa Francisco, la manera en que actúa Jesús es de vital importancia para quien decide seguirlo: “recordemos que aquel muchacho del Evangelio, que estaba verdaderamente muerto, volvió a la vida porque fue mirado por Alguien que quería que viviera. Esto puede suceder incluso hoy y cada día”.
Dejarse tocar “hasta las entrañas” por el dolor ajeno
El Papa pone en evidencia una dinámica presente en las Sagradas Escrituras y en los jóvenes de hoy: “La conmoción de Jesús lo hace partícipe de la realidad del otro. Toma sobre sí la miseria del otro. El dolor de esa madre se convierte en su dolor. La muerte de ese hijo se convierte en su muerte”. Y luego añade que esta manera de proceder de Jesús está presente en miles de jóvenes de todo el mundo cuando reaccionan ante necesidades familiares, comunitarias, catástrofes y ante la destrucción de la naturaleza: “También la gran movilización de jóvenes que quieren defender la creación testimonia su capacidad para oír el grito de la tierra”.
“No se dejen robar esa sensibilidad”
Francisco en el mensaje hace un llamado a los jóvenes que con mucha sensibilidad responden al grito del que sufre y se acercan a él: “No se dejen robar esa sensibilidad. Que siempre puedan escuchar el gemido de quien sufre; déjense conmover por aquellos que lloran y mueren en el mundo actual. «Ciertas realidades de la vida solamente se ven con los ojos limpios por las lágrimas» (Christus vivit, 76). Si saben llorar con quien llora, serán verdaderamente felices”.
Levántate, sueña, arriésgate
El Papa finaliza su mensaje animando a los jóvenes a levantarse y a levantar a otros para cambiar este mundo: “Levántate” significa también “sueña”, “arriesga”, “comprométete para cambiar el mundo”, enciende de nuevo tus deseos, contempla el cielo, las estrellas, el mundo a tu alrededor. “Levántate y sé lo que eres”. Gracias a este mensaje, muchos rostros apagados de jóvenes que están a nuestro alrededor se animarán y serán más hermosos que cualquier realidad virtual.