Este domingo se celebra la solemnidad de Cristo Rey y es la nueva fecha de las Jornadas Mundiales de la Juventud diocesanas.
Este año celebraremos la XXXVI Jornada Mundial de la Juventud con el lema: “¡LEVÁNTATE! TE HAGO TESTIGO DE LAS COSAS QUE HAS VISTO” (cf. HCH 26,16).
La Jornada Mundial de la Juventud que se celebra en cada Iglesia particular tiene un gran significado y valor no solo para los jóvenes que viven en esa región concreta, sino para toda la comunidad eclesial local. Algunos jóvenes, a causa de objetivas dificultades de estudio,trabajo o económicas, no tienen la posibilidad de participar en las celebraciones internacionales de estas Jornadas, por lo que es bueno que cada Iglesia particular les ofrezca la posibilidad de vivir en primera persona, aunque sea a nivel local, una “fiesta de la fe”, un fuerte acontecimiento de testimonio, comunión y oración similar a los internacionales, que han marcado profundamente la existencia de tantos jóvenes en todas las partes del mundo.
Al mismo tiempo, la Jornada Mundial de la Juventud celebrada a nivel local tiene un significado muy importante para cada Iglesia particular. Sirve para sensibilizar y formar a toda la comunidad eclesial – laicos, sacerdotes, personas consagradas, familias, adultos y personas mayores – para que sea cada vez más consciente de su misión de transmitir la fe a las nuevas generaciones.
Además, hay que tener presente que:
La Jornada de los jóvenes debe ser una “fiesta de la fe”.
La Jornada de los jóvenes debe ser una “experiencia de Iglesia”.
La Jornada de los jóvenes debe ser una “experiencia misionera”.
La Jornada de los jóvenes debe ser una “ocasión de discernimiento vocacional” y una “llamada a la santidad”.
La Jornada de los jóvenes debe ser una “experiencia deperegrinación”.
La Jornada de los jóvenes debe ser una “experiencia de fraternidad universal”.
Adjuntamos el mensaje del papa para esta jornada